miércoles, 24 de noviembre de 2010

"Besarse, Mujer", Miguel Hernandez

Besarse, mujer,
al sol, es besarnos
e toda la vida.
Ascienden los labios
eléctricamente
vibrantes los rayos,
con todo el fulgor
de un sol entre cuatro.
Besarse a la luna,
mujer, es besarnos
en toda la muerte.
Descienden los labios
con toda la luna
pidiendo su ocaso,
gastada y helada
y en cuatro pedazos.

martes, 23 de noviembre de 2010

"Poemas de amor", Javier Egea

Cuando en tardes que sobran las palabras y el día
sólo somos tú y yo, cada cual con su espera
y sin embargo atados en la misma carrera,
en el afán de luz, en la oscura alegría;
cuando nada se entiende sino en tu compañía
que le pone a los pasos un eco de bandera,
cuando ya todo el sueño se curva en tu cadera
y sólo en ella crecen velas, barcos, bahía;
cuando un día se sabe que pueda ser distinto
y se enciende la vida mientras amas y mueres,
cuando nada es distinto pero todo se evoca;
cuando se pide a un cuerpo la luz de un laberinto
y naufragan los días sin saber ni quién eres
y me pides silencio con un dedo en la boca.

lunes, 22 de noviembre de 2010

"Paseo de los tristes", Javier Egea

Entonces,
........en aquella ciudad
o en la intuición primera, vaga, de su cuerpo,
el pensamiento aún flotaba en bucólicos careos,
en versos aprendidos sin historia
y no era posible amar
entre unas calles donde todo era sucio,
carne sin brillo,
cuando aún en el mar, la nube y las espigas
sin historia y sin tiempo, vanos,
estábamos durmiendo
........o ignorando
esa gota de sangre que cuelga del amor
-su blanco cuello herido-,
ignorando la clase oscura en que nacimos,
sin consciencia de naves hundidas,
de rubios naúfragos,
condenados a vivir una historia perdida
de explotación y soledad, de muerte enamorada,
sin saberlo.

Y sin embargo,
entre los autobuses, el gentío,
en la dulce ignorancia,
fue creciendo una luz
que nos hizo sentir un crujido brillante
después que allí, en la sórdida pensión
donde siempre se asilan viajeros sin destino,
gentes oscuras,
en un lugar sin esperanza,
dos cuerpos se sintieron indefensos
sudando en el asombro de la primera felicidad.

sábado, 20 de noviembre de 2010

"Agua en el agua", Juan Ramón Jiménez

Quisiera que mi vida
se cayera en la muerte,
como este chorro alto de agua bella
en el agua tendida matinal;
ondulado, brillante, sensual,
alegre
,
con todo el mundo diluido en él,
en gracia nítida y feliz.

viernes, 19 de noviembre de 2010

"Para mi corazón", Pablo Neruda

Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.
He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.
Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.

jueves, 11 de noviembre de 2010

"Insomnio", Dámaso Alonso

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?

miércoles, 10 de noviembre de 2010

"Cancioncilla", Dámaso Alonso

Otros querrán mausoleos
donde cuelguen los trofeos,
donde nadie ha de llorar,

y yo no los quiero, no
(que lo digo en un cantar)
porque yo
morir quisiera en el viento,
como la gente de mar
en el mar.
Me podrían enterrar
en la ancha fosa del viento.
Oh, qué dulce descansar
ir sepultado en el viento
como un capitán del viento
como un capitán del mar,
muerto en medio de la mar.

martes, 9 de noviembre de 2010

“Detrás de lo gris”, Dámaso Alonso

Ah, yo quiero vivir
dentro del orden general
de tu mundo.
Necesito vivir entre los hombres.
Veo un árbol: sus brazos ya en angustia
o ya en delicia lánguida
proclaman su verdad:
su alma de árbol se expresa,
irreductiblemente única.
Pero el hombre que pasa junto a mí
el hombre moderno
con sus radios, con sus quinielas, con sus películas sonoras
con sus automóviles de suntuosa hojalata
o con sus tristes vitaminas,
mudo tras su etiqueta que dice «comunismo» o «democracia» dice,
con apagados ojos y un alma de ceniza
¿que es?, ¿quién es?
¿Es una mancha gris, un monstruo gris?
Monstruo gris, gris profundo,
profundamente oculta sus amores, sus odios,
gris en su casa,
gris en su juego,
en su trabajo, gris,
hombre gris, de gris alma.
Yo quiero, necesito,
mirarle allá a la hondura de los ojos, conocerle,
arrancarle su careta de cemento,
buscarle por detrás de sus tristes rutinas.
Por debajo de sus fórmulas de lorito
real (¡Pase usted! ¡Tanto gusto!),
aventarle sus tumbas de ceniza
huracanarle su cloroformo diario.
Un día llegará en que lo gris se rompa,
y tus bandos resuenen arcangéíicos,
oh gran Dios.
Dime, Dios mío, que tu amor refulge
detrás de la ceniza.
Dame ojos que penetren tras lo gris
la verdad de las almas,
la hermosa desnudez de tu imagen:
el hombre.

lunes, 8 de noviembre de 2010

“El ahogado del Tajo”, Miguel Hernández

No, ni polvo, ni tierra:
incallable metal líquido eres.

Un flujo de campanas de bronce turbio y trémulo,
un galope de espadas de acero circulante jamás
enmohecido
te preservan del polvo.

Y en vano se descuelga de los cuadros
para invadirte: te defiende el agua;
y en vano está la tierra reclamando su presa
haciendo un hueco íntimo en la grama.

Guitarras y arpas, liras y sollozos,
sollozos y canciones te sumergen en música.

Ahogado estás, alimentando flautas
en los cañaverales.

Todo lo ves tras vidrios y ternuras
desde un Toledo de agua sin turismo
con cancelas y muros de especies luminosas.

¡Qué maitines te suenan en los huesos,
qué corros te rodean de llanto femenino,
qué ataúdes de luna acelerada
renuevan sus rebaños de espuma afectuosa a cada
instante!

¿Te acuerdas de la vida,
compañero del sapo que humedece las aguas con su silbo?
¿Te acuerdas del amor que agrega corazón,
quita cabellos, cría toros fieros?

¿Te acuerdas que sufrías oyendo las campanas,
mirando los sepulcros y los bucles,
errando por las tardes de difumtos
manando sangre y barro que un alfarero luego
recogió para hacer botijos y macetas?

Cuando la luna vierte su influencia
en las aguas, las venas y las frutas,
por su rayo atraído flotas entre dos aguas
cubierto por las ranas de verdes corazones.

Tu morada es el Tajo: ahí estás para siempre
dedicado a ser cisne por completo.
Las cosas no se nublan más en tu corazón;
tu corazón ya tiene la direcció:n del río;
los besos no se agolpan en tu boca
angustiada de tanto contenerlos;
eres todo de bronce navegable,
de infinitos carrizos custodiosos,
de acero dócil hacia el mar doblado
que lavará tu muerte toda una eternidad.

domingo, 7 de noviembre de 2010

A Miguel Hernández, de Pablo Neruda

Llegaste a mí directamente del Levante. Me traías,
pastor de cabras, tu inocencia arrugada,
la escolástica de viejas páginas, un olor
a Fray Luis, a azahares, al estiércol quemado
sobre los montes, y en tu máscara
la aspereza cereal de la avena segada
y una miel que medía la tierra con tus ojos.

También el ruiseñor en tu boca traías.
Un ruiseñor manchado de naranjas, un hilo
de incorruptible canto, de fuerza deshojada.
Ay, muchacho, en la luz sobrevino la pólvora
y tú, con ruiseñor y con fusil, andando
bajo la luna y bajo el sol de la batalla.

Ya sabes, hijo mío, cuánto no pude hacer, ya sabes
que para mí, de toda la poesía, tú eras el fuego
azul.
Hoy sobre la tierra pongo mi rostro y te escucho,
te escucho, sangre, música, panal agonizante.

No he visto deslumbradora raza como la tuya,
ni raíces tan duras, ni manos de soldado,
ni he visto nada vivo como tu corazón
quemándose en la púrpura de mi propia bandera.

Joven eterno, vives, comunero de antaño,
inundado por gérmenes de trigo y primavera,
arrugado y oscuro como el metal innato,
esperando el minuto que eleve tu armadura.

No estoy solo desde que has muerto. Estoy con los que
te buscan.
Estoy con los que un día llegarán a vengarte.
Tú reconocerás mis pasos entre aquellos
que se despeñarán sobre el pecho de España
aplastando a Caín para que nos devuelva
los rostros enterrados.

Que sepan los que te mataron que pagarán con sangre.
Que sepan los que te dieron tormento que me verán
un día.
Que sepan los malditos que hoy incluyen tu nombre
en sus libros, los Dámasos, los Gerardos, los hijos
de perra, silenciosos cómplices del verdugo,
que no será borrado tu martirio, y tu muerte
caerá sobre toda su luna de cobardes.
Y a los que te negaron en su laurel podrido,
en tierra americana, el espacio que cubres
con tu fluvial corona de rayo desangrado,
déjame darles yo el desdeñoso olvido
porque a mí me quisieron mutilar con tu ausencia.

Miguel, lejos de la prisión de Osuna, lejos
de la crueldad, Mao Tse-tung dirige
tu poesía despedazada en el combate
hacia nuestra victoria.
Y Praga rumorosa
construyendo la dulce colmena que cantaste,
Hungría verde limpia sus graneros
y baila junto al río que despertó del sueño.
Y de Varsovia sube la sirena desnuda
que edifica mostrando su cristalina espada.

Y más allá la tierra se agiganta,
la tierra
que visitó tu canto, y el acero
que defendió tu patria están seguros,
acrecentados sobre la firmeza
de Stalin y sus hijos.
Ya se acerca
la luz a tu morada.
Miguel de España, estrella
de tierras arrasadas, no te olvido, hijo mío,
no te olvido, hijo mío!
Pero aprendí la vida
con tu muerte: mis ojos se velaron apenas,
y encontré en mí no el llanto,
sino las armas
inexorables!
· Espéralas! Espérame!

martes, 2 de noviembre de 2010

Sipnosis de la Conferencia "Miguel Hernández. El poeta del pueblo"

En la tarde del viernes, 29 de octubre, en la Sala Miguel Hernández de la sede de la Asociación de Vecinos Barranco del Abogado pudimos disfrutar de la magnífica Conferencia “Miguel Hernández. El poeta del pueblo”, acto y conmemoración de un hecho de vida, el centenario del nacimiento de Miguel Hernández, donde los poetas intervinientes, José Antonio Ramírez Milena y José Cabrera Martos realizaron unas grandísimas intervenciones con las que encandilaron a las personas asistentes.
A lo largo del acto, una combinación de conferencia y lectura en dueto, que salvando las distancias y enormes e históricos actores, recordó a la famosa conferencia de 1933 al "alimón" de Federico García Lorca y Pablo Neruda en Buenos Aires conmemorando a Rubén Darío; acto éste nuestro donde se manifiesto que Miguel Hernández, haciendo honor a sus humildes orígenes y clase social, fue el impulsor de la denominada poesía del compromiso cívico, ético y moral, a la que comúnmente llamamos hoy Poesía Social. También, cómo dicho legado ha influido en la creación poética personal de estos dos autores.
Ramírez Milena y Cabrera Martos destacaron que Hernández, con su obra y vida, cambió en  gran parte la valoración de importancia de los sujetos literarios, hasta entonces excluidos o meros comparsas en nuestra cultura, al dar voz y papel de generadores y estatus de actores fundamentales haciendo justicia  a  personajes, clases sociales, obreros y campesinos, que no estaban en el canon de la representación escrita de la vida, ni de la sociedad, ni obra, para la gran mayoría de los autores de literatura e historia hasta entonces en nuestro país. A la vez destacaron el legado de delicada poesía amorosa escrita por Miguel Hernández que se expresa cuando habla tanto a madres, como esposas e hijos, o entorno a la amistad.
Ambos poetas recitaron poemas de Miguel Hernández y propios en los que mostraron claramente la influencia que ha tenido este inigualable y realmente poeta del pueblo en sus obras.

sábado, 30 de octubre de 2010

"El Niño Yuntero" de Miguel Hernández

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

"Aceituneros" de Miguel Hernández

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?
Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.
No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.
Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.
¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?
Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.
Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

"El Herido" de Miguel Hernández


Para el muro de un hospital de sangre.
I
Por los campos luchados se extienden los heridos.
Y de aquella extensión de cuerpos luchadores
salta un trigal de chorros calientes, extendidos
en roncos surtidores.
La sangre llueve siempre boca arriba, hacia el cielo.
Y las heridas suenan, igual que caracolas,
cuando hay en las heridas celeridad de vuelo,
esencia de las olas.
La sangre huele a mar, sabe a mar y a bodega.
La bodega del mar, del vino bravo, estalla
allí donde el herido palpitante se anega,
y florece, y se halla.
Herido estoy, miradme: necesito más vidas.
La que contengo es poca para el gran cometido
de sangre que quisiera perder por las heridas.
Decid quién no fue herido.
Mi vida es una herida de juventud dichosa.
¡Ay de quien no esté herido, de quien jamás se siente
herido por la vida, ni en la vida reposa
herido alegremente!
Si hasta a los hospitales se va con alegría,
se convierten en huertos de heridas entreabiertas,
de adelfos florecidos ante la cirugía.
de ensangrentadas puertas.
II
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida
.

"Canción Del Esposo Soldado" de Miguel Hernández

He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.
Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos
de cierva concebida.
Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.
Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.
Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.
Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.
Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.
Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.
Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.
Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,
y ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.
Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.

viernes, 29 de octubre de 2010

Conferencia: “Miguel Hernández. El poeta del pueblo”

La Asociación de Vecinos Barranco del Abogado y el Centro de Acceso Público a Internet (C.A.P.I.) de La Chana, han organizado la Conferencia: “Miguel Hernández. El poeta del pueblo”, que se va a celebrar hoy, viernes, 29 de octubre, a partir de las 19 horas, en la Sala Miguel Hernández, de la Sede de la Asociación de Vecinos Barranco del Abogado, sita en Camino Nuevo del Cementerio n.º 26.

Intervinienen los poetas:

José Antonio Ramírez Milena.
Alejandro Pedregosa Morales.
José Cabrera Martos.

Sipnosis de la intervención de José Cabrera Martos

En la tarde de ayer, jueves, 28 de octubre, finalizaron las Jornadas “La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales” que ha contado con la presencia de un público muy interesado en la figura de este gran poeta que ha influido de manera destacada en los poetas intervinientes. En este último día de las Jornadas, el poeta José Cabrera Martos realizó una emotiva intervención en la que puso de manifiesto el compromiso cívico, ético y moral que tiene la obra de Miguel Hernández y cómo dicho compromiso ha influido en la realización de toda su obra poética. Señala de Hernández que escribiera sobre personajes marginales, sobre los que no tienen voz ni aparecen  actores de la vida y la sociedad o la obra de otros autores. Esta línea de compromiso  inspiró a José Cabrera Martos en general en su obra y a escribir un poema dedicado a las personas mendigo, a los indigentes, a los pobres y desamparados en general, al que tituló “Décima helada entre cartones”, en el que denuncia la muerte de un indigente a causa del frío, suceso ocurrido en unas Navidades recientes. Cabrera se detuvo también en la poesía amorosa en Miguel Hernández, en el amor como noche, bella noche, en la que culmina al hombre como ser diurno, destacando sus poemas “Lucero entre el alba” y “Nanas de la cebolla”, en los que Miguel Hernández muestra todo su ímpetu amoroso al hablar del hijo.

El compromiso de Miguel Hernández ha influido sobremanera en el libro “Goethica”, del que José Cabrera Martos dice ser con el que más ha sufrido como autor. Es un libro que se gestó en el año 2005 a raíz de una visita que hizo a Palestina con la primera representación cultural española en aquel país y tras conocer en vivo aquella terrible realidad, y en él da voz a quienes no la tienen, o se la niegan junto a sus derechos como a los palestinos. El poema “Romance de la variación del bueno” recoge como en Gaza, ciudad con el mayor nivel de población a nivel mundial, las noches están permanentemente surcadas por los aviones F-16 del Estado de Israel, rompiendo la barrera del sonido para impedir cual tortura que se pueda dormir, acción con la que el estado ocupante y criminal infringe a los ciudadanos palestinos presos en el campo de concentración al que ha sido convertida su tierra.

En “Estado de sitio”, poema de la obra “Goethica”, José Cabrera escenifica el amor imposible entre dos razas distintas y enfrentadas, como judíos y palestinos, cuyas relaciones amorosas, de producirse, les conlleva ser repudiadas por las familias de las dos partes como el peor de los crímenes, situación que trata en dicho poema al hablar del amor entre una palestina y un soldado judío que aún queriendo abandonar el ejercito, le obligan a matar o, si se niega, ser matado como desertor, en esta disyuntiva mata accidentalmente al hermano de la novia destruyendo cualquier posibilidad de futuro a ese amor mestizo, única oportunidad real de la solución al conflicto, ser ambos de ambos.

Otro poema de este comprometido libro es “Escena cuarta. Checkpoint” en el que habla de una pintada existente en el muro que separa Ramala, Cisjordania, Jerusalén, donde una niña con globos quiere sobrepasar el infame muro y que representa la esperanza de la conquista de la libertad por los palestinos y el rompimiento del gueto al que le someten los israelíes.

Para finalizar su intervención realizó una mención especial al poema que Miguel Hernández dedicó a Gustavo Adolfo Bécquer El ahogado del Tajo” al considerar sus dos versos iniciales No, ni polvo ni tierra; /incallable metal líquido eres, como un prodigio del decir poético con sus tres negaciones positivas.

Así, el compromiso es lo adquirido por este joven poeta de Miguel Hernández, el ser y luchar, luchar y no cansarse jamás de luchar y vivir.

Fotografías del tercer día de las Jornadas “La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales”

Las fotografías del tercer día de las Jornadas “La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales”, se encuentran en el siguiente enlace web:

http://picasaweb.google.com/104920208584100079998/IntervencionDeJoseCabreraMartosEnLasJornadasLaPerdurableHuellaDeMIguelHernandez?feat=directlink

jueves, 28 de octubre de 2010

Intervención de José Cabrera Martos en las Jornadas "La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales"

El jueves, 28 de octubre, a las 19 horas, en la Sala de Conferencias del Centro Cívico de La Chana, sita en Ctra. de Málaga n.º 75, en las Jornadas: “La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales”, interviene José Cabrera Martos, nacido en Jaén, en 1977. Es Licenciado en Filología Hispánica y en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Granada. Fue lector en la Universidad de Beijing, China, y actualmente ejerce como Profesor de Enseñanza Secundaria. Hasta el momento ha publicado entre otros los siguientes libros de poesía: Sombra deshabitada (Jaén, 2003, XII Premio anual para escritores noveles ) y Fanales entre el agua (Granada, 2003, VIII Premio Genil de Literatura). Ha colaborado en diversas revistas de poesía (El trovador  Contratiempo, Extramuros, El caracol de faro, Jizo, Entrerríos, Númenor, Salina…) y su obra está recogida en diversas antologías y libros colectivos como Vozetos. Cuaderno de poesía (Motril–Granada-, 2001), Granada. Ojos del sur (Universidad de Granada y Parlamento Europeo, 2005) , Antología de poesía joven andaluza (Universidad Autónoma de México, 2006) o Granada. En lo oscuro, en el agua (dentro de la antología de poesía andaluza publicada por el Trienio Juan Ramón-Zenobia, Dip. de Huelva, 2006). También se dedica a la crítica literaria con varias publicaciones en revistas y congresos especializados.
En el año 2009 inauguró con el poemario presentado titulado “Goetica”el palmarés del I Concurso Nacional de Poesía Ciudad de Ceuta, organizado para honrar la memoria y la obra del poeta caballa Luis López Anglada.

Sipnosis de la intervención de Alejandro Pedregosa Morales

La segunda sesión de las Jornadas “La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales”, se celebró en la tarde de ayer, miércoles, 27 de octubre, con una magnífica y muy didáctica intervención de Alejandro Pedregosa Morales, que generó gran expectación entre las personas asistentes.
Al comienzo de su intervención puso de manifiesto que Miguel Hernández fue el impulsor de la denominada poesía de compromiso en la que se tratan y abanderan los problemas de la gente, de la sociedad. Sobre Hernández dijo que a pesar de proceder de una familia pobre de Orihuela fue al colegio hasta los 14 años, estudiando en un colegio religioso, hecho extraño para la época y la gente humilde.
Con su hacer literario se produjo un punto de inflexión de la poesía del compromiso, sobre todo a partir de su gran libro “Viento del pueblo”, en el que establece una nueva forma de entender el concepto pueblo, compuesto por gente que tiene derechos y es sujeto activo de su historia, y obra que será punto de inflexión en el entendimiento de los conceptos democracia y derechos civiles. Con posterioridad a este gran libro primero, su obra se realizó como poesía de circunstancias al estar determinada por las vivencias de la situación extrema en que se vio involucrado, al igual que el resto de la sociedad española, con las consecuencias del golpe de estado contra la República y siguiente guerra civil. Con posterioridad a Hernández, la poesía civil y social fue retomada en los años 50 por otros dos grandes poetas como Blas Otero y Gabriel Celaya, en la consideración de la poesía como arma cargada de futuro, en instrumento para cambiar la vida y sociedad.
A lo largo de su intervención Alejandro Pedregosa Morales destacó como la cultura es una forma de liberación, dado que posibilita elegir el tipo de persona que se quiere ser. Durante su intervención recitó poemas, a los que calificó de compromiso, de sus dos últimos libros, inicialmente de “La inútil frontera” en el que publica poemas de elogios y lamentos y con e que trata de hacer ver la frágil línea que les separa. El primero “Lamento de la mujer herida” que habla del maltrato ocasionado por la desidia, por la mala educación sentimental que tenemos de lo que parte, según su entender, muchos de los problemas actuales de comunicación y civilidad en nuestra sociedad. Para el ponente la poesía civil hoy debe denunciar lo que está mal, intentando atender y modelar desde lo más profundo humano a los sentimientos con los que con posterioridad se realizan las leyes.
El segundo poema recitado del mencionado libro fue “Lamento de la frontera francesa” en el que trata de recrear la salida a Francia, al exilio, de Antonio Machado acompañado de su madre, hecho que para el autor es la imagen alegórica final de la Republica perdida en la dignidad del poeta que se va con su madre y muere en soledad, dignidad humana y republicana que no se pierde por más que la derrota siempre es derrota.
Después recitó textos del libro “Los labios celestes”, que contiene poemas hechos desde el supuesto de cómo escribirían personajes tales como Chaplin, Gala, la mujer y musa de Dalí,  Carlos Marx, u otros. Y para finalizar hizo referencia a su próximo libro que va a ser titulado “Los animales pacíficos”, elogio de lo pacífico, un canto de la vida civil y los mejores afectos, de la tolerancia, el reconocimiento del otro y el pacifismo, antídotos desde lo micro para el autor a muchos de los males personales y civiles que nos afectan en esta época.

Fotografías del segundo día de las Jornadas “La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales”

Las fotografías del segundo día de las Jornadas “La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales”, se encuentran en el siguiente enlace web:

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miércoles, 27 de octubre de 2010

Poema de José Antonio Ramírez Milena dedicado a Miguel Hernández

Sé que está Miguel subido al pupitre que fue su ladera
Alzando el cuaderno que blandió de llanura
Sorbiendo los senos del mundo
cuales fueran valles azules
Adiestrando aladas huestes en las conjuras del alma
Con la voz y el corazón liberando los incontenibles
latidos: De poeta asistiendo a talleres: En espera
Obrando por logro: Junto a la quimera lo útil
Al tiempo: En un día de hierba y flor: Certezas
y otros alimentos: Gestando
Febril asumiendo los vértices de las transmisibles
sílabas: Los verbos que han de ser verso
Salido al mundo y desde él: Viento prendedor
de banderas ser: Estrado y atalaya
Rocíase de tierra para prender en género
Más sobre todo: Consuelo dar al compañero caído
El dolor obligado como único valor
tal desafío a lo solidario invita
Arma es. En su favor fiel cobijo. Paloma original. El ser
tierno. La especie desgranada y el delirio con su amoroso
furor indiviso. El campo y la urbe: Ubre en su generosa
simiente: Pertinaz destructor de los martirios dolosos
Al final herró la sangre de campo
Depósitos de cadáveres asonaron en glacial esperpento
Jamás: Por más que insistió: A recuperarse volviera
el principio: Ni los racionales hombres libres
y misericordes. Se indujo todo a un lodazal de olvidos
y humillados destierros
Él: El recio hombre. El hermano/compañero
de a la perdida España reclamar. El de las nanas
de amor con lágrimasasidas en la conjugal médula
de un adiós martirizado: Transitó vida
Destrúyense en Miguel las ventanas de ateridas rejas
En él se perpetúa el principio de la jubilosa: Libre
opción a recuperar de hombre libre
Más lo siento: No hay reposo en Hernández
Aún el tiempo: Plena justicia no ha reparado

"Obertura en azul para penumbra", de José Cabrera Martos

Entre el azul del jacinto en la espuma y las adelfas del cielo,
anochecen nubes de amargura,
de amarga amargura con las olas,
con el viento, ala, perla, concha y pluma, pero se alejan
y siguen sonando alas azules en la melancolica tarde azafran.
Hacia donde el vuelo?
Sobre el cristalino, brillan los ojos en el agua.
Las ascuas del odio vienen y van desde el mar a la orilla,
casi no pueden mirar.
Vieron sus ojos la solida sombra del pajaro,
llega a enmudecer.
Los pajaros, la noche sobre el puente de plata y jacintos.
Dame la mano, papa, tengo miedo.
Ya coloca el padre su cuerpo en las manos,
ya lo acuna, una nana.
Asi, Layla, puedes sonar en azul de mayolica.

El jienense José Cabrera inaugura el palmarés del Premio Nacional de Poesía

CEUTA
Rober Gómez

José Cabrera Martos, jienense de 31 anos, inauguro ayer el palmarés del I Concurso Nacional de Poesía Ciudad de Ceuta, organizado para honrar la memoria y la obra del poeta caballa Luis López Anglada. El de Jaén obtuvo el premio –3.000 euros y la edición del poemario presentado– con la recopilación ‘Goetica’, entre los 67 trabajos presentados.

La secretaria del Jurado fue la encargada de leer el fallo ayer, en un acto que conto con la presencia de Mabel Deu, consejera de Educación, Cultura y Mujer de la Ciudad Autónoma, quien señaló que el área del cual es titular “pensó que ya era el mejor momento de institucionalizar un premio a la memoria y obra del gran poeta ceutí Luis López Anglada”, con motivo del 90 aniversario de su nacimiento.

Según explico Deu, los cinco miembros del Jurado de este primer Concurso Nacional de Poesía de Ceuta tuvo una “ardua labor” para fallar al ganador, destacando, por tanto, “el alto nivel”, motivo por el cual felicito a los 67 participantes del certamen.

No obstante, la Mención Especial al Mejor Poema Joven –para menores de 25 anos– quedo desierto en esta primera edición del Concurso.

José Cabrera se alzo con el premio con la obra Goetica y bajo el pseudónimo Otro turista al piano.

No es el primer premio que reconoce la sensibilidad de este jienense, ya que con Sombra deshabitada gano el Premio para Poetas y Escritores Noveles organizado por la Diputación de su provincia.

José Cabrera Martos, de 31 años de edad, es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, que le ha concedió durante su estancia el lectorado en la Universidad de Pekín, donde se dio clases de español y de poesía española. Además, en su segundo año de doctorado, el jienense investigo en el campo del poema en prosa, una aproximación a este subgénero literario a partir de la obra de escritores españoles de la modernidad, muy especialmente de Antonio Carvajal, con cuya obra se encuentra plenamente identificado.

Antes de su primer libro de poesía, José Cabrera había plasmado su inquietud cultural en el Periódico de la Campiña o en las revistas universitarias El trovador o Contratiempo.

“No concibo la poesía como devenir ajeno al mundo en el que vivo, sino como un compromiso del hombre con su tiempo, un arma cargada de futuro a pesar de su caída en desgracia, como diría Celaya”, ha señalado Cabrera.


Hoy interviene Alejandro Pedregosa Morales en las Jornadas "La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales"

Hoy, miércoles, 27 de octubre, a las 19 horas, en la Sala de Conferencias del Centro Cívico de La Chana, sita en Ctra. de Málaga n.º 75, en las Jornadas: “La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales”, interviene Alejandro Pedregosa Morales, nacido en Granada en 1974. Novelista y poeta. Es licenciado en Filología Hispánica y en Teoría de la Literatura. Su producción literaria se inicia con dos libros de poemas, Postales de Grisaburgo y alrdedores (2001) y Retales de un tiempo amarillo (2002). Con su primera novela, Paisaje quebrado (2004) logra el Premio de Novela Corta José Saramago y un año más tarde aparece su tercer poemario En la inútil frontera. Vuelve a la novela con la publicación de El dueño de su historia (2008) y en ese mismo año llega a las librerías Los labios celestes, un libro de poemas que mereció el Premio Arcipreste de Hita y que editó Per-textos.

En 2010 Ediciones B publica “Nueve días de julio”, una novela negra ambientada en las fiestas de San Fermín y “Extraño lugar para morir”.

A lo largo de su breve carrera profesional ha obtenido los siguientes premios:

2000: Accésit del Premio de Poesía García Lorca.
2002: Premio de Poesía Ciudad de Trujillo.
2004: Accésit Premio José Agustín Goytisolo.
2005: Premio de Novela José Saramago.
2006: Premio Nacional de Poesía Paloma Navarro.
2007: Premio Arcipreste de Hita.

Sipnosis de la intervención de José Antonio Ramírez Milena

En la tarde de ayer, martes, 26 de octubre, comenzaron las Jornadas “La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales”, con una gran y muy interesante intervención de José Antonio Ramírez Milena, que generó un gran ambiente entre las personas asistentes. Durante el desarrollo de la misma puso en valor la figura de Miguel Hernández que desde sus humildes orígenes supo escribir además de sobre la tierra, la amistad y el amor, poesía social sobre la realidad vivida y cuestiones fundamentales como el compromiso político, los dolores y derechos del pueblo y la lucha por las libertades y la evolución social. Durante su exposición destacó la importancia que la palabra tiene para el desarrollo personal y social, dado que la misma nos hace expresar libremente los sentimientos que de forma habitual no somos capaces de exteriorizar de manera espontánea. Además destacó la influencia y el papel fundamental que Miguel Hernández tiene desde un inicio en todo su trabajo y compromiso político y social. A lo largo de su intervención recitó poemas de Miguel Hernández, finalizando con uno propio dedicado a esta importantísima figura de la escritura española, inicialmente no muy valorada por muchos de los miembros de la propia generación del 27, prejuiciados por la extracción social de Hernández, y apoyada desde el principio por poetas como Juan Ramón Jiménez o Dámaso Alonso.

Fotografías del primer día de las Jornadas “La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales”

Las fotografías del primer día de las Jornadas “La perdurable huella de Miguel Hernández. El compromiso poético en autores actuales”, se encuentran en el siguiente enlace web:

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martes, 26 de octubre de 2010

“Escena Primera” de José Cabrera Martos

Rosas –con restos de pálpito– escasas, inagotables espinas , la crónica
sombra, tardía la vida con un redoble de lágrima, no de renuncia o de Adonis
presa y el ansia tras la libertad: Esto es lo poco que queda. Podía
en otro tiempo dormir bajo la luna o el sol , ver los campos , próximas
tórtolas, cielos extensos en plácidas aguas . . . Entonces yo hubiera latido
paz como nubes idénticas . Hoy es de plomo mi azul y mi esperanza carencia,
ciego de estrellas que sacien mi sed, fénix sin rima o cenizas afónicas .

Página 20 de su obra “Palestina”.

Sinopsis del libro Goethica de José Cabrera Martos

Goethica, merecedor del primer Premio Nacional de Poesía Ciudad de Ceuta, es un libro de vibración histórica en donde, utilizando un lenguaje poético de alta exigencia formal, se evidencia la opresión a que está siendo sometido el pueblo palestino por parte de la Comunidad Internacional. Es un poemario maduro, de estructura cerrada, en donde el autor afronta sin complejos un delicado tema actual, sin renunciar por ello a la calidad literaria: la mezcla de verso y prosa, el uso de la intertextualidad, la influencia de la poesía visual , la preocupación por el ritmo o la mezcla de influencias modernas y clásicas de diversas culturas.

José Cabrera defiende el compromiso con su tiempo en su poesía

GINÉS DONAIRE - Jaén - 22/01/2003

Sombra deshabitada es el título del primer libro de poemas de José Cabrera Martos, una obra con la que ha ganado el Premio para Poetas y Escritores Noveles organizado por la Diputación de Jaén. Se trata de una recopilación de unos 40 poemas creados en el último lustro y donde Cabrera une a la construcción poética el reflejo del hombre del siglo XXI.

"No concibo la poesía como devenir ajeno al mundo en el que vivo, sino como un compromiso del hombre con su tiempo, un arma cargada de futuro a pesar de su caída en desgracia, como diría Celaya", explica el joven poeta jiennense.

El proyecto poético de Sombra deshabitada se reduce a una palabra: búsqueda. Se busca a la luz, la creencia en el hombre, a través de las tinieblas, de diversas formas de expresión cuyo fin último es la búsqueda de la belleza. "El hombre debe encontrar una razón vital, un mar que le dé el descanso", agrega Cabrera. En sus poemas se entrelazan los temas del tiempo que nos ha tocado vivir, desde la anorexia, la podredumbre, la clonación o lo que él llama el imperio de las estrellas y que no es más que "la última fase del proyecto burgués enarbolado por los Estados Unidos como única vía posible hacia la felicidad".

José Cabrera Martos, de 25 años de edad, es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, que le ha concedido durante este curso el lectorado en la Universidad de Pekín, donde se encuentra dando clases de español y, sobre todo, de poesía española. Además, en su segundo año de doctorado, José Cabrera se encuentra investigando en el campo del poema en prosa, una aproximación a este subgénero literario a partir de la obra de escritores españoles de la modernidad, muy especialmente de Antonio Carvajal, con cuya obra se encuentra plenamente identificado.

Antes de su primer libro de poesía, José Cabrera había plasmado su inquietud cultural en el Periódico de la Campiña o en las revistas universitarias El Trovador o Contratiempo. También ha publicado artículos sobre poetas del Jaén decimonónico como Alcalá Venceslada o Montero Moya, y sobre literatura china en comparación con la española.

Además de la obra ganadora, el jurado del Premio para Poetas y Escritores Noveles de Jaén ha recomendado la publicación de otras dos obras presentadas: Azares a la palabra, de Juan Antonio de Urda Anguita, y Oficio de silencio, de Joaquín Fábregas Jiménez.